DESTINATARIOS: 18 años en adelante
TAMAÑO DEL GRUPO: Máximo 20 personas.
OBJETIVOS:
- Permite pensarse como una entidad separada, ese autodistanciamiento da la posibilidad de reconocernos.
- Reconocer en mí facetas ocultas o que no se manifiestan.
- Genera apoyo y confianza en sí mismo y en el otro.
- Desdramatiza situaciones de vida, dando espacio para ver y sentir la vida de una forma más tranquila.
METODOLOGÍA:
Se forman grupos de a dos personas, se les dice que deben ir a un espacio donde puedan estar tranquilos y sin distracción y deben escucharse con plena atención, de tal forma que cada persona pueda contarle al otro su historia de vida (de forma resumida, lo que considere más importante), que se permitan expresar sentimientos y emociones, que se puedan contar fortalezas y debilidades, experiencias de vida agradables y felices pero también tristes y se les da 1 hora para realizar esta actividad de tal forma que una persona cuenta su historia en 30 minutos y la otra persona hace uso de los otros 30 minutos, el facilitador debe estar atento a controlar los tiempos.
Una vez transcurrida la hora las personas deben ingresar y hacer un círculo, y en todo el centro de este se debe poner una silla, donde pasará una a una las parejas. En la silla se sienta uno de los participantes y el otro se queda parado en la parte de atrás de la silla, poniendo las manos en los hombros de su compañero que se encuentra sentado (no se miran al rostro) la persona que está de pie debe presentar y contar la historia de vida de su compañero, pero siempre debe hablar en primera persona “Yo me llamo (dice el nombre de su compañero), y cuenta la historia de su compañero como si fuera la suya, la persona que está sentada en la silla, estará atenta escuchando a su compañero contando su historia de vida, una vez terminado, intercambian el que está sentado queda parado detrás poniendo en todo momento las manos en los hombros y el que está parado se sienta y cuenta la historia de su compañero. Es muy importante que cuando la historia se cuente siempre se debe contar en primera persona y como si la historia del otro sea la mía.
Una vez vayan terminando las parejas van pasando las otras, que cada uno escuche la vida contada por otro. Se les preguntará ¿Cómo se sintieron escuchando nuevamente su vida contada por el otros?, ¿Qué emociones o sentimientos le vienen a su mente, a su sensibilidad o su cuerpo cuando escucha su vida?, ¿Qué siente que aprendió de esta actividad?
