Está claro que el entorno en el que vivimos nos afecta en nuestra forma de ser y dice mucho de nosotros. Es durante la niñez cuando sentamos las bases del orden y de una correcta estructura mental: horarios de sueño, de comidas y del resto de actividades diarias. La infancia es la etapa en la que adquirimos las rutinas que nos ayudarán a regular nuestros comportamientos y emociones más adelante. Y es que, cuanto más organizada esté la información en nuestro cerebro más fácil nos será acceder a ella, así como organizar nuestros pensamientos y nuestro entorno.
Aunque mantener un buen orden tiene infinidad de beneficios, los más importantes y destacables son los siguientes:
- Aumenta la productividad. Al tener todo ordenador seremos más productivos, ya que no tendremos que perder el tiempo en buscar cosas y nuestra vista y mente no se dispersarán.
- Aumenta la motivación. Tenerlo todo ordenado también puede hacer que estés más motivado. Sin lugar a duda, puede suponernos un gran aporte de energía.
- Aumenta la creatividad. Nuestra mente estará más predispuesta a crear y no tendrás tantas distracciones.
- Reduce el estrés y la ansiedad. Seremos menos susceptibles de padecer estrés laboral o tener ansiedad. Recordemos que con orden no nos referimos solo a ordenar los aspectos materiales, también se deben ordenar las tareas, etc.
- Aumenta la salud. Como secuencia de la reducción de estrés, ansiedad o malestar la salud puede aumentar.
