El mundo de un bebé recién nacido

Cuando un bebé llega al mundo, llega a un lugar desconocido para él. Los sonidos que percibe son nuevos y no puede interactuar con el entorno porque aún no tiene la capacidad para hacerlo. Pero aunque no hay esta interacción, percibe el mundo de muchas maneras y va aprendiendo lentamente a medida que crece.

Si piensas que la vida del recién nacido es totalmente pasiva, ¡te equivocas! Su mente va a mil por hora asimilando toda la nueva información que recibe del exterior y de sus cuidadores principales. El mundo está lleno de estímulos para los pequeños y son capaces de reconocer el rostro y voz de su madre, de distinguir formas conocidas, de apreciar sonidos… Mientras va desarrollando todos sus sentidos, percibe el mundo con ganas porque en pocas semanas podrá interactuar con el entorno con mucha más habilidad.

No hay nada más bonito en el mundo del bebé que el rostro de su madre. Los bebés, al nacer, distinguen pocas formas, suelen ver luces y sombras, pero el rostro de mamá lo reconocen a pesar de que su visión no es del todo nítida, ¡y es lo más hermoso que han visto en su vida! La cara de mamá y la de papá les calma, les reconforta y les hace realmente felices. Además, los pequeños pueden ver patrones y disfrutan mirando aquello que les produce placer visual. El sentido del olfato es muy importante al nacer, por lo que lo tienen bien desarrollado. Gracias al olfato pueden oler el aroma natural de mamá y empezar la lactancia materna, oliendo la leche del pezón de mami. El olfato es supervivencia y por eso el pequeño podrá percibir todos los olores del entorno, ¡procura que tu hogar siempre huela bien! Además, aprenderá rápido cuál es el olor de papá.

Los recién nacidos son muy sensibles a las energías que hay en su entorno, pero sobre todo son sensibles a los sentimientos que tiene mamá. Cuando mamá está más cansada o irritable, el pequeño estará intranquilo, pero no lo hará para cansar más a mamá, sino porque siente esa angustia interna que tiene la madre en algún momento determinado. El recién nacido está conectado a su madre y a todas sus emociones por lo que puede experimentar las mismas sensaciones como miedo, estrés, paz, tranquilidad, felicidad.

El post de hoy nos ayuda a que nos recordemos día a día el valor que tiene el lazo sentimental entre un bebe y sus padres.

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