Podríamos definir la salud emocional como: Un estado donde tenemos control de nuestros sentimientos, comportamientos y emociones, hasta tal punto donde no generan problemas para un individuo llevar una vida sana. Como adultos, sabemos que está bien y que está mal, sabemos qué debemos hacer para no atentar con nuestra vida y comprendemos que necesitamos de estabilidad emocional para llevar nuestra vida de una manera sana. Los/as niños/as apenas empiezan a desarrollar criterios para comprender todas las emociones que les rodean, a veces puede ser abrumador para un niño/a la idea de las emociones, la idea de sentirse bien consigo mismo en cada momento.
Si como padre te preguntas como saber si tu hijo/a esta bien emocionalmente primero debes preguntarte si las siguientes necesidades están cubiertas:
- Si tu hijo/a goza de un ambiente lleno de amor, aceptación y comprensión.
- Si tu hijo/a esta en un espacio al que siente que pertenece, donde no se le juzga por sus ideas o acciones.
- Si tu hijo/a esta en un espacio donde las malas acciones son corregidas desde el amor y no desde el enojo.
- Si tu hijo/a esta en un espacio donde se le respetan sus emociones sin importar cuales sean.
- Si tu hijo/a ve que hay una sintonía emocional donde sabe que lograremos escucharles y tratar de entenderlos.
- Si tu hijo/a esta en un espacio donde se le motiva constantemente a aprender cosas nuevas, donde se le enseña a tomar retos sin miedo.
- Si tu hijo/a esta en un espacio donde se siente valorado/a y reconocido/a, donde sabe que una buena acción lo llevara lejos.
- Si tu hijo/a esta en un espacio donde les es permitido relacionarse con todo el mundo, donde no se le juzga por ser niño/a.
Hay miles de formas para llevar una salud emocional estable, pero también hay miles de razones para decaer y tropezarse. Podríamos decir que como madres y padres queremos lo mejor para nuestros hijos/as, queremos que sean felices, que sean sanos/as, que se sientan aceptados/as y que se amen, se acepten y se reconozcan como un ser humano capaz de lograr cualquier cosa en la vida. Recuerda que no todos/as los/as niños/as comparten sus emociones con todo el mundo, a veces creemos que sus problemas son insignificantes, pero como padres debemos enseñarles a nuestros/as hijos/as que ningún problema es demasiado pequeño como para no darle importancia y ninguno es lo suficientemente grande como para no poderlo solucionar; lo que importa es la salud emocional de cada uno de los niños/as que se encuentran alrededor.