Nuevo episodio Dialoguemos la infancia

La etapa sensoriomotriz es como un experimento científico en tiempo real donde los bebés prueban la gravedad lanzando cosas al suelo y usan la boca como laboratorio de investigación. Pasan de seres indefensos a pequeños negociadores expertos en llantos estratégicos, descubriendo que el mundo no desaparece cuando cierran los ojos y que un “papá” bien colocado puede abrir puertas (y refrigeradores). Mientras tanto, los padres navegan entre dudas existenciales y búsquedas nocturnas en Google, aprendiendo que cada bebé tiene su propio ritmo… y que una galleta rota sigue siendo motivo de crisis.

Estimulación temprana en la infancia

La estimulación temprana es un pilar fundamental en el desarrollo infantil, ya que permite potenciar las habilidades cognitivas, emocionales, motoras y sociales de los niños desde sus primeros años de vida. Durante los primeros años, el cerebro tiene una plasticidad excepcional, lo que significa que está más receptivo a los estímulos del entorno y puede desarrollar conexiones neuronales que serán la base para futuros aprendizajes.

¿Qué es la estimulación temprana?

La estimulación temprana es el conjunto de actividades, experiencias y estrategias diseñadas para favorecer el desarrollo integral del niño desde su nacimiento hasta aproximadamente los seis años de edad. Estas actividades pueden incluir juegos, ejercicios físicos, interacción social y estimulación sensorial, todas enfocadas en fortalecer diferentes áreas del desarrollo infantil.

Beneficios de la estimulación temprana

  1. Desarrollo cognitivo: Ayuda a mejorar la atención, la memoria y la capacidad de resolución de problemas, lo que favorece el aprendizaje futuro.
  2. Desarrollo motor: Mediante actividades físicas adecuadas, los niños mejoran su coordinación, equilibrio y habilidades motrices finas y gruesas.
  3. Desarrollo emocional y social: Fomenta la seguridad, la autoestima y la capacidad de interactuar con otras personas, lo que facilita la socialización.
  4. Facilita el aprendizaje del lenguaje: La exposición temprana a sonidos, palabras y conversaciones promueve el desarrollo del lenguaje y la comunicación efectiva.
  5. Prevención de dificultades en el aprendizaje: Un niño que recibe estimulación temprana tiene más herramientas para afrontar los desafíos educativos y emocionales en etapas posteriores.

Estrategias para estimular a nuestros hijos

  • Juego interactivo: Juegos de construcción, rompecabezas y juguetes sensoriales ayudan a desarrollar habilidades cognitivas y motoras.
  • Lectura desde temprana edad: Leer cuentos y hablar con el niño favorece el desarrollo del lenguaje y la imaginación.
  • Música y movimiento: Canciones, ritmos y bailes estimulan la coordinación, la memoria y la expresión emocional.
  • Exploración sensorial: Dejar que los niños experimenten con diferentes texturas, colores y sonidos fortalece su desarrollo sensorial.
  • Interacción social: Propiciar el contacto con otros niños y adultos ayuda a mejorar sus habilidades sociales y emocionales.