En general, los niños australianos son privilegiados en cuanto al respeto de sus derechos. Sin embargo, algunos de ellos, entre los que se incluyen aquellos que son víctimas de la pobreza o son hijos de aborígenes, cuyos derechos suelen ser violados. Un masivo 78% de niños que se trasladaron ahí desde países como el Reino Unido empezaron a pasar más tiempo al aire libre de lo que lo hacían antes, y la mayoría comían más saludablemente. En comparación, los niños extranjeros que se trasladaron a Gran Bretaña tenían más probabilidades de ser vagos e inactivos.
El Programa de Paternidad Comunitaria pretende hacer precisamente eso, promoviendo y creando una comunidad fuerte para que los padres aprendan unos de otros, compartan y se sientan apoyados, en su beneficio y en el de su hijo o hijos. El programa de base comenzó en Australia Occidental y se está expandiendo por todos los estados y territorios. Ha lanzado una visión de 10 años para construir una comunidad comprometida con la mejora de las prácticas de paternidad en toda Australia.
Las campañas más recientes han puesto en marcha programas comunitarios de paternidad en las regiones de Illawarra y el suroeste de Sídney, en Nueva Gales del Sur, así como en Armidale y el corredor de Cockburn, en Perth. El programa pretende involucrar y poner en contacto a los padres que necesitan o buscan más apoyo en su camino de paternidad, para ellos mismos y para sus hijos. En una sociedad en la que abundan los grupos de madres y el apoyo a las mamás, a menudo es difícil que los padres se reúnan para hablar, ya sea para apoyarse, para hablar de su día, de su vida familiar, de sus miedos, del estrés o incluso de la alegría y el amor por sus hijos. El Programa de Paternidad Comunitaria se centra en los padres de todos los orígenes, incluidas las comunidades diversas, los padres indígenas, los padres perinatales, los padres encarcelados y los padres con hijos con discapacidad.
En Australia, uno de cada siete niños vive atrapado en la pobreza. Las familias con bajos ingresos se esfuerzan por criar a sus hijos, quienes a veces son víctimas de abusos o de maltrato. En Australia, la pobreza afecta principalmente a las familias inmigrantes. Ello repercute de manera significativa en la vida de los niños quienes, como consecuencia, son menos saludables y tienen menos oportunidades de acceder a una educación superior.
