Cuando somos pequeños nos disfrutamos cada momento al máximo, probablemente una de las etapas que mas recordamos de nuestra infancia es el colegio y todas las experiencias que vienen con este recuerdo. Desde mi experiencia personal, era una persona aplicada, juiciosa, me gustaba ir al colegio no solo para ver a mis amigos sino porque disfrutaba la idea de aprender algo nuevo cada día. Pero como a cualquier otro niño o niña habían asignaturas que no eran mi fuerte, donde mi inseguridad surgía y cada vez que llegaba el momento de estas clases me daba un poco de ansiedad, no lo puedo negar. Podríamos decir que el colegio es como esta prueba de fuego donde debemos cumplir ciertas expectativas año tras año. En mi caso, la asignatura de matemáticas era una montaña rusa, había temas que entendía y otros que no, hasta el punto de preguntarme porqué necesito matemáticas, pero no me imaginaba lo útil que me iba a ser en mi vida adulta y profesional. La satisfacción de ver a todo el mundo usando una calculadora cuando yo soy capaz de hacer ejercicios en mi cabeza, pues hoy nos dirigimos a los padres, para que sirvan como un medio para transmitirle un mensaje a sus hijos explicándoles la importancia y lo divertido que pueden ser las matemáticas, este es el día donde a una de las personas que mas le agradezco en mi formación académica es a esa profesora de matemáticas que se esforzaba porque aprendiera, donde así fallara ella seguía intentando para que yo no desistiera.
Se nos ha pintado la idea del colegio como algo tedioso y en especial de asignaturas como las matemáticas, pues hoy les queremos contar que la matemática es divertida, la matemática es una de las muchas maneras por las cuales explicamos los fenómenos del mundo, es una de las herramientas que nos ayuda a defendernos no solo en un ambiente laboral sino en nuestra cotidianidad. En el antiguo Egipto solían hablar de la matemática como magia, como esta idea de crear elementos para los dioses por medio de formulas y herramientas que iban mas allá de la comprensión humana. Sabemos que no es fácil para todos comprender múltiples operaciones que en un punto de nuestra vida no tienen sentido, es normal; yo en el colegio no le veía sentido al encontrar un número imaginario, pero veamos la matemática como los egipcios, como algo maravilloso que nos permite ver cosas que ni existen a simple vista, podríamos decir que la matemática es como el aire, no lo vemos, pero lo necesitamos.
Si alguien me preguntara ¿Cómo puedo hacer que mi hijo disfrute mas la matemática?, el último consejo que le daría es que realice actividades o que vea tutorías, esto lo único que hará es imponer esta idea de tarea y labor en algo tan especial como la matemática, explícale a tus hijos la vida a través de los ojos de la matemática, siéntate una noche a ver el cielo y explícale a tu hijo como por medio de las estrellas y la matemática puedes ubicarte en un punto en el espacio, como los navegantes logran descubrir nuevas tierras solo con la ayuda del sol y unos pequeños ángulos, ve en caminatas y encuentra flores o caracoles en los que encontrarás la proporción áurea y explícale la geometría a tus hijos por medio de la naturaleza, si te encuentras un panal de abejas muéstrales a tus hijos una de las obras mas brillantes de arquitectura usando la matemática. Podríamos decir que todo lo que somos y hacemos posee algo de matemática en ello, entonces porque no disfrutamos y descubrimos las ventajas de la matemática en vez de estar concentrados en su nivel de dificultad. En la vida todos los obstáculos están allí para inspirarnos, para abrirnos los ojos a una nueva realidad donde vemos que como seres humanos estamos dispuestos a crear a disfrutar y a transformar.
Para finalizar les contaré una anécdota, una historia que transmitió el canal de televisión Español “El país”, donde contaba la historia de Raúl y como uno de sus sueños mas grandes era bailar, solía ir a recitales de ballet y se sorprendía por las piruetas tan elaboradas que realizaban sus compañeros, no podía creer que un ser humano pudiera lograr movimientos tan extremos, decidió inscribirse a clases para llevarse la sorpresa de que su flexibilidad no era la mejor y que no lograba realizar tales piruetas. Tomaba clases en su instituto, lo que le permitía a sus compañeros y profesores tener conocimiento de sus actividades extracurriculares, su profesora de matemáticas se le acerco un día, su intención era hablar con el haber que tal iba en el colegio, Raúl le cuenta su decepción ya que después de unos meses su flexibilidad había mejorado pero seguía sin poder lograr sus metas en la danza, su profesora presento interés en el tema y cito a Raúl después de clases para explicarle las leyes aerodinámicas de la danza y como por medio de la matemática podría mejorar su habilidades. El queda un poco sorprendido y al principio no es creyente de lo que su profesora le menciona, el no podía creer que la matemática le fuera a ayudar en su baile, después de todo la matemática para Raúl eran simples números sin sentido en una pizarra, que si le ayudarían, pero a contar dinero cuando estuviera trabajando. A pesar de sus creencias, Raúl vio una oportunidad y decidió grabarse bailando estudiando como los ángulos de su danza y sus saltos no le daban la fuerza suficiente para llegar tan alto como sus otros compañeros. Con ayuda de su profesora estudio un nuevo plan, donde descubrió que la matemática no era tan inservible como el creía, ahora suele estudiar y apreciar la matemática mas que nunca.