El trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad es uno de los más frecuentes en la etapa de la infancia y puede persistir durante la edad adulta, que causa importantes alteraciones funcionales personales y sociales, (Dra, 2015) reportan que existen múltiples estudios epidemiológicos, clínicos, de genética molecular, neuropsicología, neuro imagenología y neurofarmacología que avalan su origen neurobiológico, sin embargo, la etiología exacta no se conoce. El diagnóstico es clínico debe ser cumpliendo los criterios clínicos establecidos en el DSM-5 y estos pueden variar en función de la clasificación diagnóstica. Relacionados principalmente con alteraciones en los circuitos frontoestriatales y mesolímbicos (Ruth Cunill, 2015).
El trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad marca la tendencia a oscilar en el tiempo y cambiar su expresión, tanto para mejorar como para empeorar, dentro de los factores relacionados en la etiología del TDAH están:
- Factores neuroquímicos: Generado por disregulación de los neurotransmisores dopamina y noradrenalina.
- Factores neuroanatómicos: afectándose la corteza prefrontal, dorsolateral y de regiones conectadas con esta (núcleo del caudado, núcleo pálido, giro cingular anterior y cerebelo).
- Factor Genético y neurobiológica heredabilidad con genes de los neurotransmisores dopamina, noradrenalina y serotonina.
- Factores ambientales y factores dietéticos/nutricionales relacionados con el desarrollo del sistema nervioso central. (J. Quintero, 2014).
- Factores biológicos adquiridos durante los periodos prenatal, perinatal y posnatal.
Las personas con TDAH tienen dificultades para mantener la atención, la función ejecutiva y la memoria de trabajo.
El DSM-5 (Association, 2014) plantea que el TDAH se caracteriza por un patrón de comportamiento y de funcionamiento cognitivo. (Se pone del inciso A al E).
- Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo, que se caracteriza por 1) y/o 2)
- Inatención: Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales:
Nota: Los síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de oposición, desafía, hostilidad o fracaso en la comprensión de tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (17 y más años de edad), se requiere un mínimo de cinco síntomas.
- Con frecuencia falla en prestar la debida atención a detalles o por descuido se cometen errores en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras actividades (p. ej., se pasan por alto o se pierden detalles, el trabajo no se lleva a cabo con precisión).
- Con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas (p. ej., tiene dificultad para mantener la atención en clases, conversaciones o la lectura prolongada).
- Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente (p. ej., parece tener la mente en otras cosas, incluso en ausencia de cualquier distracción aparente).
- Con frecuencia no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares, los quehaceres o los deberes laborales (p. ej., inicia tareas pero se distrae rápidamente y se evade con facilidad.
- Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades (p. ej., dificultad para gestionar tareas secuenciales; dificultad para poner los materiales y pertenencias en orden; descuido y desorganización en el trabajo; mala gestión del tiempo; no cumple los plazos).
- Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que requieren esfuerzo mental sostenido (p. ej., tareas escolares o quehaceres domésticos; en adolescentes mayores y adultos, preparación de informes, completar formularios, revisar artículos largos).
- Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (p. ej., materiales escolares, lápices, libros, instrumentos, billetera, llaves, papeles del trabajo, gafas, móvil).
- Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos (para adolescentes mayores y adultos, puede incluir pensamientos no relacionados).
- Con frecuencia olvida las actividades cotidianas (p. ej. hacer las tareas, hacer las diligencias; en adolescentes mayores y adultos, devolver las llamadas, pagar las facturas, acudir a las citas).
- Hiperactividad e impulsividad: Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente a las actividades sociales y académicas/laborales:
Nota: Los síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso para comprender tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de cinco síntomas.
- Con frecuencia juguetea con o golpea las manos o los pies o se retuerce en el asiento.
- Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado (p. ej., se levanta en la clase, en la oficina o en otro lugar de trabajo, o en otras situaciones que requieren mantenerse en su lugar).
- Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado (Nota: En adolescentes o adultos, puede limitarse a estar inquieto).
- Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en actividades recreativas.
- Con frecuencia está “ocupado”, actuando como si “lo impulsara un motor” (p. ej., es incapaz de estar o se siente incómodo estando quieto durante un tiempo prolongado, como en restaurantes, reuniones; los otros pueden pensar que está intranquilo o que le resulta difícil seguirlos).
- Con frecuencia habla excesivamente.
- Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una pregunta (p. ej., termina las frases de otros; no respeta el turno de conversación).
- Con frecuencia le es difícil esperar su turno (p. ej., mientras espera una cola).
- Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros (p. ej., se mete en las conversaciones, juegos o actividades; puede empezar a utilizar las cosas de otras personas sin esperar o recibir permiso; en adolescentes y adultos puede inmiscuirse o adelantarse a lo que hacen otros).
- Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsos estaban presenten antes de los 12 años.
- Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsos están presentes en dos o más contextos (p. ej., en casa, en la escuela o en el trabajo; con los amigos o parientes; en otras actividades).
- Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren con el funcionamiento social, académico o laboral, o reducen la calidad de los mismos.
- Los síntomas no se producen exclusivamente durante el curso de la esquizofrenia o de otro trastorno psicótico y no se explican mejor por otro trastorno mental (p. ej., trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo, trastorno de la personalidad, intoxicación o abstinencia de sustancias).

Bibliografía
Association, A. P. (2014). Guía de Consulta de los Criterios Diagnósticos del DSM-5. Washintong D.C.: APA.
Dra, B. E. (2015). Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en adolescentes. Revista Médica Clínica Las Condes, 52-59.
J. Quintero, C. C. (2014). Introducción y etiopatogenia del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Pediatría Integral, 600:608.
Ruth Cunill, J. C. (2015). Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad. Medicina Clínica, 370- 375.