Los cómics tradicionales japoneses se denominan manga, una palabra que significa literalmente dibujos irresponsables. Esta se le atribuye al artista del siglo XVIII Hokusai, aunque los manga no se hicieron populares hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Autores ya clásicos del género, como Osamu Tezuka, dotaron a estos dibujos de una personalidad propia. Además, las historietas, concebidas para adolescentes y adultos, eran realmente sorprendentes y, sobre todo, distintas de las que circulaban por Occidente. Hoy estos cómics y su versión animada -el anime- hacen furor no sólo en Japón, sino en el mundo entero. Akira, Pai, Ranma, Momiji Kushinda, Kyuuketsuki Miyn y Goku son los héroes nipones que compiten con todos los comics de occidente como DC Comics, Archie Comics o Marvel.
Como parte de la cultura «otaku», estos cómics han sido un factor importante en la industria editorial del país, creando un mercado robusto, alcanzando a millones de lectores de todas las edades e influyendo en una serie de obras de cómic en un variedad de naciones fuera de Japón. Desde la historia y el romance adolescente hasta la ciencia ficción futurista y los temas profundos de la vida, el manga se convirtió en un aspecto importante, casi inevitable de la identidad de Japón, y ayudó a difundir el conocimiento y la comprensión de todo el planeta.
Lo que muchos creen que fue el primer manga en Japón que apareció en los siglos XII y XIII, en una serie de dibujos con ranas y conejos, titulados Choju-giga producidos por varios artistas. De hecho, su técnica de dibujar las piernas de un personaje para simular que corrían fue adoptada por muchos manga-ka que trabajan hoy día. Durante el período Edo otro libro de dibujos, Toba Ehon, incorporó el concepto de manga, pero el término fue utilizado por primera vez en 1798, para describir el libro ilustrado Shiji no Yukikai de Santō Kyōden. En 1814, apareció de nuevo, como el título de Manga hyakujo de Aikawa Mina y los famosos libros de dibujos de Hokusai Manga del famoso artista ukiyo-e Hokusai.
La influencia del manga es muy destacable en la industria de historietas original de casi todos los países del Extremo Oriente e Indonesia. Al día de hoy el manga también se ha consolidado en la sociedad occidental debido al éxito cosechado durante las décadas pasadas, dejando de ser algo exclusivo de un país para constituirse en un fenómeno comercial y cultural global, en competencia directa con la hegemonía narrativa estadounidense y europea. El ejemplo más claro de la influencia internacional del manga se encuentra en el denominado amerimanga, es decir, el conjunto de artistas fuera del Japón que han creado historietas bajo la influencia del manga y el anime japonés pero para un público estadounidense.
Con todo esto podríamos llegar a definir el manga como el primer paso del anime, ese momento culminante que determinó la historia de la animación no solo en oriente sino en occidente también.
