Como padres tenemos presente que los niños siempre tienen energía para derrochar, mantienen felices, corriendo, saltando, llenos de vitalidad; pero en ocasiones vemos a algunos niños desbordados con suficiente inquietud motora y dificultades en su atención. Acá posiblemente podríamos hablar de un trastorno de hiperactividad, los niños desarrollan una intensa actividad motora intensa, y esta actividad no tiene un propósito, van de un lado para otro, pudiendo comenzar alguna tarea, pero que abandonan rápidamente para comenzar otra, que a su vez, vuelven a dejar inacabada. Esta hiperactividad aumenta cuando están en presencia de otras personas, especialmente con las que no mantienen relaciones frecuentes. Por el contrario, disminuye la actividad cuando están solos. La hiperactividad no solo habla de la energía que los niños derrochan sino las actitudes que pueden tomar ya que los vuelve impulsivos y desobedientes.
Los niños que sufren de hiperactividad son problemáticos ya que son inquietos, constantemente nerviosos e insensibles a los castigos. Poseen problemas de aprendizaje, por lo que acatar la norma les es difícil. Esto no es porque el niño desea ser difícil de educar, sino que le cuesta mantener su atención puesta en algo y por esta razón tienen problemas en casa y problemas de rendimiento escolar. Algo que como padres debemos tener presente es que si nuestros hijos pasan por esta situación, debemos tener paciencia, debemos comprender que no tienen control sobre sus decisiones y que tienen muy poca tolerancia a la frustración, lo que puede aumentar y reforzar un mal comportamiento. Ahora les explicaremos algunos síntomas que sus hijos puedan presentar a temprana edad para identificar el trastorno:
- 0-2 años:Los niños presentan problemas cornicos de sueño, despues de las comidas a la hora de la siesta duermen poco y suelen despertar sobresaltados, irritavilidad a la luz directa o a estimulos auditivos fuertes.
- 2-3 años: Presentan actividad motora excesiva, poca conciencia al identificar peligros eminentes, lo que lleva a la posibilidad de sufrir accidentes mas facil.
- 4-5 años: Problemas de adaptación social, problemas en la escuela y en la casa obedeciendo y siguiendo las normas.
- A partir de los 6 años: Problemas de déficit de atención en la casa y la escuela, comportamientos agresivos frente a personas desconocidas lo que los lleva a un comportamiento antisocial.
No podemos recomendar ningún tratamiento ya que depende de cada persona y del nivel de hiperatividad que tiene cada niño pero en casa se puede realizar un tratamiento cognitivo, donde se le plantean tareas a los hijos para que empiecen a manejar la distribución de energía ayudandoles a manejar su déficit de atención. Para finalizar les queremos recordar a nuestros lectores que si pasan por una situación similar con sus hijos, tenganles paciencia, ellos no tienen control total de sus acciones, actúan de esta manera por necesidad ya que su organismo no ha desarrollado la habilidades para controlar sus acciones.