Cuento sobre valores: Compromiso

CUENTO SOBRE VALORES: COMPROMISO

Todos en clase se levantaron de las sillas armando los grupos para la exposición de ciencias naturales, Ramón preguntaba a sus compañeros sí se hacían con él, pero como los compañeros ya lo conocían, le respondían que ya tenían organizados los grupos, quedando solo; el profesor le dijo que no podía quedarse sólo y que debía unirse a un grupo, los compañeros quedaron en silencio, sentían que era una gran carga.  Ramón miró al profesor con cara de angustia, así que el maestro lo unió a uno de los grupos del salón, ellos quedaron molestos, pero sabían que el maestro no negociaría.  Cuando se reunieron los grupos para trabajar, todos quedaron con tareas asignadas y aportaron ideas para el trabajo, a Ramón se le pedía dar ideas, pero no aportaba nada y quedaba en silencio, solo participaba para interrumpir y molestar.  En el segundo encuentro los compañeros del grupo de Ramón llevaron las tareas asignadas y Ramón sólo sacó excusas, diciendo que estaba enfermo.  En el tercer encuentro de los niños como de costumbre Ramón dijo que el trabajo que había hecho lo dañó su perro, los compañeros molestos y preocupados dijeron que ellos se encargaban de hacer lo que a él le correspondía, le pasaron una hoja con el tema y le dijeron que lo aprendiera para el día de la exposición, que no era necesario que se reuniera con ellos, sin embargo, el grupo tuvo dos encuentros más para hacer el trabajo en diapositivas y hacer un simulacro de la exposición, tenía que salir tan bien que no se notara la ineptitud del compañero. 

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CUENTO SOBRE VALORES: GRATITUD

CUENTO SOBRE VALORES:  GRATITUD

Alma sentada en la silla del parque junto a su mejor amiga Cristal, ella siempre tan atenta y dispuesta a escuchar las enseñanzas de su amiga, quién suavemente describía el día tan radiante, cómo el sol empezaba a entregar su brillo y calor, y el suave viento ondeando las ramas de los árboles, con todos los tonos de verdes, rojos, amarillos, blancos, lilas, en fin era una paleta de colores, Cristal les describía cada color, hay verdes oscuros, hasta verdes muy claros, verdes tan intensos y profundos como nuestra amistad, le preguntaba Alma ¿el verde oscuro es de esos que hacen que te quiera abrazar fuerte?. Cristal respondía rápidamente y con una sonrisa, sí exactamente es ese verde, waoooo eres increíble que rápido lo defines, Alma feliz continuaba y los verdes más claros son como cuando acaricias mis cabellos delicadamente.  Cristal exclamaba ¡con razón eres mi mejor amiga!, mi alma gemela comprendes inmediatamente lo que te digo.  Nuevamente Cristal retomaba el tema y los pájaros, escúchalos son tonos y cantos tan distintos y son de muchos colores, los sonidos de cada uno expresan como son, todos son como tus felpas suaves y delicados, tanto así que sienten que acaricia tu piel y te calman, el verlos es una caricia para el alma y mira nos calman y alegran el día. Alma preguntó a su amiga Cristal ¿Cuéntame cuáles son los colores más bellos? Ella respondió para cada persona el color es individual depende su gusto, su forma de ver y sentir el mundo, depende de experiencias, de la personalidad, la verdad de muchas cosas.  Alma dijo:  Cristal ¿cuéntame cuáles son tus colores preferidos? Estoy segura que también son los míos, tú forma de ver y sentir el mundo es muy similar a mi personalidad.  Cristal la miró con ternura y suavemente casi como susurrando le dijo cada persona es individual y tiene una forma de vivirla distinta y tú mi gran amiga no eres la excepción, no puedes ver, pero tú aprendes del mundo escuchándolo, tocándolo, oliéndolo y probándolo y con tu corazón y tú mente creas tu propia visión.  Alma la escuchó y por un instante largo estuvo en silencio su amiga Cristal la acompañó en su silencio.  Unos minutos después Alma le agradeció por enseñarle a ver el mundo de forma diferente y le agradeció por su amistad.  Se levantó de su silla Alma gritando fuerte y repetidamente: ¡Gracias!, ¡Gracias! Su amiga Cristal se le unió y las dos gritaban fuerte ¡Gracias! Y luego reían de felicidad y gratitud de estar vivas.

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Cuentos sobre valores: Aceptación

Rafi el conejo iba camino al colegio, con pantalones anchos y estampado de flores, camiseta ceñida al cuerpo, tan corta mostrando su ombligo su mayor orgullo, chancletas azules, mochila de fique, audífonos rosados ¡que lindos y grandes!, cantando y bailando con los pies muy juntitos dando saltitos y uno que otro trompito, solo lo hacía cuando la música él la sentía, el resto del camino se iba erguido, sin embargo tongoneaba las nalgas como su amiga a quien llamaba princesa, llegando a su sitio se unían al grupo su amiga cerdito toda ñata, muy gorda y peluda, siempre conejo le decía: mi bella princesa y cerdito así se veía; serpiente delgado y muelón, siempre hablaba como todo un bombón, conejo decía que hasta Don Juan a su amigo envidiaría, pues todas en el grupo por él caían; otra amiga la patita mueca, de patas muy cortas y rabo tan grande que no le permite caminar muy fácil;  el novio de conejo también lo esperaba, cuando a conejo veía puerco espín un suspiro siempre tenía.  Un grupo de amigos algo particulares, orgullosos se sentían de su amistad exclusiva, miradas dejaban por donde ellos caminaban, por ser únicos, libres y bellos, lo más importante todos como eran se aceptaban. Muchos talentos cada uno tenía, por ejemplo conejo bailaba, brincaba y sus pies como un trompo movía, ningún género musical difícil le parecía; cerdita amaba modelar, sentía que dejaba miradas y suspiros cuando la veían por pasarela pasar, realmente admiraban su forma única de caminar;  serpiente sabía muy bien recitar situación que usaba para a todas enamorar; la pata siendo la más pequeña y un tanto coqueta, hablaba sin parar, siempre decía que como periodista se quería graduar y que muy seguro iba a triunfar;  puerco espín el novio de conejo sólo quería cocinar.  Amigos valiosos que saben aceptar lo mejor del otro sin criticar.  Ahora les vengo a decir ¿Qué tanto me acepto, como me enseña este grupo tan feliz?  Cada ser tan particular y original sin temor al qué dirán o a fracasar.

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Cuentos sobre valores: Bienestar

CUENTO SOBRE VALORES: BIENESTAR

Era un soleado día, todo se veía radiante en el invernadero de plantas aromáticas medicinales y cada una de ellas más bellas y rozagantes, cada una se sentía orgullosa porque tenía lo suyo sus colores, aromas, sabores y grandes beneficios, el día anterior habían llevado un toronjil muy grande y cada aromática quería impresionarlo así que como siempre la manzanilla que era de las mas bellas dijo en voz alta:  señor toronjil soy manzanilla y tengo muchos usos soy una laxante, emoliente, antiinflamatoria, tónico estimulante, antiespasmódica, sedante, antialérgica y vermífuga;  el toronjil al escucharla, sonrió y le pareció aparte de linda, amable;  romero un tanto celoso de lo que había hecho su amada manzanilla no se quedó atrás y quiso presentarse para hacer pasar lo de manzanilla como un formalismo y no como un interés de conquista y con voz grave como un trueno dijo soy romero y mis funciones y propiedades son muchas: sirvo para el colesterol, cefalea, depresión, ayudo a controlar la falta de apetito y los cólicos, me consideran diurético y antioxidante, me confieren propiedades para la memoria, como antiparasitario, insecticida, desinfectante, sirvo para el tratamiento de alopecia y de úlceras.  Todos quedaron en silencio ante tanto despliegue de talentos y un poco aturdidos por esa voz que más allá de producir placer da temor, además en ese día tan soleado, esa voz pensaban todos era propio para un día de truenos y relámpagos.  Frente a ese momento de inesperado silencio salió como siempre la sabía Malva y dijo bueno como todos se presentan tan efusivamente y cuentan sobre sus habilidades y talentos, supongo que para ponerlo a disposición de los demás y no como ego, les cuento que mis cualidades y uso es que soy diurética y emoliente, me usan en infusiones para el asma, bronquitis, catarro, gripe, cistitis, oliguria, estreñimiento, obesidad, fuegos, vaginitis, blefaritis y conjuntivitis, como emoliente por vía tópica, me usan en tratamiento de heridas, rasquiñas de piel y picaduras de insectos, cólicos hepáticos.  Me consideran un estimulante en las defensas del cuerpo y con propiedades antiinflamatorias, cuando terminó se puso mucho más verde de lo apenada, consideró que hizo demasiado despliegue de sus dones; hasta que salió el imprudente limoncillo, pero no menos bondadoso en beneficios !uy doña Malva! Que beneficiosa eres, por eso estoy a su lado, bueno deja de hablar tanto dijo Malva y ahora presentante:  claro que sí, soy limoncillo y me dicen que soy un bueno para todo, además que por mí juventud tengo un gran sabor, a mí me usan para el reumatismo y estados gripales, para problemas cardiocirculatorios, como antihipertensivo, antiespasmódico, antiasmático, antifúngico, antibacteriano, diaforético, expectorante, ansiolítico, para problemas de insuficiencia digestiva hepática, celulitis, como antiinflamatorio, sedante y vasodilatador.  Todos quedaron sorprendidos ante tantas bondades y él inmediatamente y como siempre involucró a su gran amigo de infancia Eneldo, dijo Limoncillo y ahora ante ustedes, ¡tan tarannn! Eneldo, como él ya se lo imaginaba estaba más preparado que agua de malva y sin más dijo soy Eneldo, por lo general mis usos son antihelmíntico, diurético, aperitivo, para manejo de cólicos, ayudo a reducir niveles de azúcar, ayudo a disminuir presión arterial, incremento la lactancia, antibacteriano, y me usan en heridas infectadas, sonrío y dijo humildemente, pero realmente de corazón no tengo tantas propiedades como ustedes, pero me alegra serle útil a la humanidad.  ¡Claro Eneldo que eres muy útil! Dijo fuerte pero tranquilamente perejil, el gran conciliador del grupo, yo soy perejil mucho gusto espero te guste este invernadero y produzcas tantos retoños que podamos compartir por largo tiempo mira te cuento que yo colaboro con las infecciones urinarias, tengo acción diurética, prevengo y trato la halitosis, soy emoliente y antipruriginoso, limpio llagas y úlceras, soy un cicatrizante, ayudo en labores de parto y menstruación y mi raíz tonifica el agotamiento físico, mira tampoco son muchas mis labores pero me siento feliz de brindar beneficios a otros, con lo que tengo y soy es suficiente.  Como no amarte dijo Mostaza, eres un primor perejil.  Prosiguió mostaza señor toronjil mucho gusto y toronjil de una protestó, ¡no por favor! Dime solo toronjil un amigo más, mostaza desde su ternura y amor le dijo si tú lo dices, como mandes y sonrió, mira yo ayudo a depurar, soy emoliente, expectorante, sudorífica, descongestiva, astringente, diurética, diaforética, refrescante, y antiinflamaroria.  Y así sucesivamente siguieron las demás plantas medicinales del invernadero contando todas las bondades y propiedades, todas tan llenas de beneficios y felices de cumplir una misión y aportar a la humanidad, continuaron así tomillo, caléndula, ruda, hinojo, orozú, mirto, marrubio y así sucesivamente les dio todo el día, casi hasta rayada la noche, todos dieron la bienvenida al nuevo integrante y a partir de ese día lo vincularon de la mejor forma al grupo.

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Story: Charity


December arrived, and with this month came the good intentions of the Marín family, especially Milagros, a seven-year-old girl, their only daughter. She was named Milagros because her mother miraculously became pregnant with her. Doctors had told her that they couldn’t have children, but when she managed to defy science and become pregnant, their world took a complete turn.

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Cuentos sobre valores: Caridad

Llegó diciembre, y con este mes las buenas intenciones de la familia Marín, en especial de Milagros, una niña de siete años, única hija, la llamaron así porque su madre milagrosamente quedó embarazada de ella, los médicos le habían dicho que no podrían tener hijos, cuando logró desafiar la ciencia y quedar embarazada, el mundo de ellos les dio un giro completo y la familia se desbocó a cuidar y proteger la niña, en casa de la abuela materna también era única nieta, no le faltaba nada, le sobraba todo, pero los padres pese al amor que le tenían no eran ciegos frente a la educación que recibía y uno de los mayores temores era que creciera siendo una niña egoísta y poco caritativa, que no fuera una niña preocupada por el otro, así que los padres y abuelos querían hacer un diciembre más significativo y diferente donde ella mas que recibir diera al otro para enseñarle el valor y la alegría del dar al que más necesita y no dar cualquier cosa, sino lo mejor de cada uno, pues tuvieron un diálogo muy importante con su niña y la jornada era regalar ropa, donar a los más necesitados lo que no se use pero en buen estado, los padres de la niña empezaron a regalar ropa que ya no usaban y le dijeron a su hija ¿deseas ayudarnos? Inmediatamente Milagros feliz dijo que sí, cuando los padres terminaron preguntaron a la niña si quería hacer lo mismo y dijo feliz a sus padres ¡de una!, escogieron ropa en buen estado que le quedaba pequeña o con la que ella no se sentía muy cómoda, la mamá y el papá dijeron que iban a regalar unos objetos de la habitación, estudio, cocina que ya no usaban y la invitaron a ella a regalar juguetes que ya no usara, Milagros para distraerlos dijo que se sentía cansada y que no participaría, para que ella no lo sintiera como presión, ni se desmotivara los padres dijeron ¡tienes razón, mañana lo hacemos!.  Al día siguiente invitaron a Milagros a un albergue a dejar la ropa y mercado para la gente más necesitada y sintió alegría al ver que podía ser de ayuda para otras personas, el sentimiento de poder dar le daba más felicidad que recibir, cuando llegaron a casa Milagros le dijo a sus padres, ¡bueno, ahora sí, manos a la obra! a regalar juguetes que no use, la madre le dijo muy bien Milagros y nuevamente le recordó no dar lo dañado, donar lo que aún está bueno pero que ya no desea, sacaron dos bolsas grandes de juguetes, los padres fueron a comprar otros y llevaron juguetes y dulces a una fundación de niños y niñas desamparados.  Para Milagros fue la mejor navidad, tan inolvidable que ha medida que iba creciendo más se iba motivando a ser un apoyo para las demás personas y tener caridad con los seres más necesitadas.

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Cuentos sobre valores: Confianza

¡Por fin! Habían llegado las competencias nacionales de gimnasia y Sarita la niña mas pequeña de la competencia estaba lista para dar todo de ella, desde los cuatro años entrenaba gimnasia, lo hacía con gran motivación, a medida que crecía lo realizaba diariamente por largas horas, pero como era lo que tanto amaba no sentía agotamiento, realmente parecía un “resorte”, esta capacidad y disciplina la ayudó a dominar rápidamente el salto del potro, las barras asimétricas, las barras de equilibrio y el suelo.  Siempre animaba a las compañeras para darles confianza y al entrenador le daba un pequeño golpecito en el hombro y suavemente le decía “confía”, cuando iniciaban las competencias le gustaba decir en voz alta a sus compañeras ¡vamos con toda¡, y no era por que subestimara a las otras competidoras, sino que era la confianza que tenía en su entrenador, compañeras de equipo y lo más importante en ella misma.  Las otras gimnastas eran altas y delgadas lo que las favorecía mucho mientras Sarita de estatura baja y contextura gruesa, pero eso ella lo tomaba como un reto y les cuento lo asumía a toda cabalidad.  Cuando a la niña le preguntan a que atribuye sus éxitos y confianza, siempre refiere a sus padres como ejemplo de vida, manifiesta que son claves la han acompañado y ayudado, le enseñan que los demás no ponen estándares en ella, sino que ella es quien debe retarse.  La competencia ese año fueron un éxito, abriendo puertas a competencias a nivel internacional, Sarita sigue entrenando con tenacidad porque su meta es llegar a los juegos olímpicos y ella cada día repite a su entrenador y compañeros ¡vamos con toda! Yo confío.

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Cuentos sobre valores: fe

Para el pequeño tití fue durísimo ser vilmente raptado de su familia y de su casa en el amazonas, ya los micos más grandes habían hablado sobre el tema, pero jamás se imaginó que iba a ser una victima del tráfico de animales, siempre los parientes micos decían que los llevaban a lugares muy lejanos, tan lejanos que es imposible volver a ver a algún miembro de la manada o tan siquiera poder pisar nuevamente tierras amazónicas, él recordaba y lloraba en su jaula, aún un poco sedado brincaba torpemente en la jaula y movía los abarrotes sin que nada pudiera pasar, cuando volteó a mirar a su alrededor estaba el lugar lleno de jaulas con todo tipo de animales, de hecho algunos conocidos, cuál de todos más abatido, se habían dado al dolor de perder la libertad, su manada y su tierra.

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Cuentos sobre valores: Felicidad

Mientras hacía la fila para vender su reciclaje Jazmín le decía a una conocida, yo durante todo el año estuve muy juiciosa, a mí no me gusta que me coja la menguante y a la hija mía desde febrero le estoy preguntando que quiere de regalo de navidad, ella me dijo que una casa de muñecas y en julio la muy antojada me dijo que un armo todo en forma de tubos, ella es feliz con los juguetes que le hago, en el patio de atrás de la casa donde guardo el reciclaje tengo como dos bolsas llenas de tubos de papel higiénico y como cuatro cajas de cartón desbaratadas, cuando la acuesto a dormir para que vaya al otro día a la escuela, yo despliego toda mi creatividad y amor por esos regalos, para mí fue frustrante de pequeña  que mi mamá no me pudiera dar regalos, la comprendo era muy pobre y no tenía mente para pensar en cómo hacerlos, pero bueno, gracias a Dios la vida me mandó inteligente y llena de talentos, yo creo que tengo una artista metida en mí, el armo todo lo estoy pintando precioso con flores y estrellas de colores bien alegres, para que ella arme carros, casas, edificios, puentes, robots, mejor dicho lo que ella quiera, además uso cartulinas y palitos para poder que queden bien engarsaditos y no se le caigan los armo todo y de pronto se le desbarate y en el cartón voy a hacer la casa de muñecas de la barbie, esa que sale en televisión, yo en cada venta de reciclaje ahorro un poquito de plata para comprar los materiales que necesito pintura, colbón, silicona líquida, mejor dicho en eso ya se me ha ido un montón de dinero para hacer esos juguetes, es que son caros, pero bueno no importa con tal de que mi niña quede feliz y juegue con ellos, mejor dicho ¡pobres pero orgullosos!, y quién dijo además que los pobres no nos podemos dar esos lujos, claro que sí, definitivamente todo el mundo no se da esos gustos.  La gente la miraba sorprendida con la alegría que contaba eso, la señora a la que le contaba Jazmín su historia pensaba, pero porqué tan feliz si no son los juguetes originales, además ¿cómo una niña podría ser feliz con cartón pintado?  Llegó navidad y con esto los regalos, la mamá había empacado muy bien el armo todo en bolsas negras plásticas y la casa la envolvió en papel Kraft, pero con moños rojos grandes y unas bellas tarjetas hechas a mano por Jazmín.  Tenían un árbol hermoso hecho de chamizos y forrado en algodón, con alguna que otra bolita navideña y una luz que había comprado con esfuerzo y un hermoso pero pequeño pesebre, la niña cuando vio esos regalos tan grandes y que eran para ella, bailaba de la felicidad y Jazmín bailaba con ella, lograr darle a su hija lo que había pedido, con tanto anhelo.  Al día siguiente la niña se levantó corriendo a destaparlos ¡oh! Sorpresa lo que tanto había pedido, la mamá jugó con su hija todo el día, y meses posteriores, realmente la madre había logrado darle felicidad a su hija, quién expresó ¡mamá, es el niño Dios más inolvidable de mi vida, soy muy feliz con estos regalos tan hermosos!, su madre sintió que había cumplido y ahora le esperaba el próximo diciembre superar este reto, le sobraba motivación a esta gran artista.

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