Melina y su perrita terrier Gora habían quedado enterradas en un alud de tierra en su camioneta cabinada, Melina comenzó a gritar y llorar, hasta que su perrita se vino hasta su silla y empezó a lamerle el rostro, ¡ya Gora, estamos en apuros! Ahora no me lamas, ¡Dios mío que vamos a hacer!, nuevamente inicio a gritar y llorar, Gora nuevamente la lamió, hasta que ella se calmó y le dijo ¿Tú me estas consolando? Gora le ladró, Melina respiró profundo, nuevamente dijo: bien Gora, tienes razón, ¡vamos a ser fuertes! Gora nuevamente le ladró. La perrita se iba hacia atrás y hacia adelante dando saltos, hasta que Melina ¿Gora, que me estas mostrando? vio en la parte de atrás de su carro una cobija, tenían el botiquín, alimentos enlatados que siempre mantenía Melina era una mujer previsiva, agua, linterna, cojines, un extintor y obvio el alimento de su perrita Gora.
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Cuentos sobre valores: Laboriosidad
Todos contaban, cada uno quería echarle ventaja al otro, se agredían verbalmente, se lanzaban a empujones, y se tiraban una que otra picada, entre discusión y discusión se hacía imposible repartir la cosecha, ellos eran las avispas, avispones, zánganos, había otra tropa de trabajadores arduos que no dormían ni de día, ni de noche y se organizaban como ninguno, ellos solamente esperaban resultados en silencio, nada decían solo querían lo justo y eran nuestras amigas más laboriosas las hormigas. Entre ellos no se escuchaban y cada grupo pedía más, justificaban que les había tocado planificar, organizar, pensar más que al otro, se señalaban y decían que el trabajo de ellos era el más difícil e importante y el de los demás el más fácil, al final de un arduo y cansado día las avispas, avispones y zánganos habían llegado a una decisión final, habían repartido la cosecha treinta por ciento para avispas, avispones y zánganos y diez por ciento para nuestras laboriosas amigas las hormigas, ellas recibieron su cosecha en silencio y se fueron; sabían que con eso no podrían subsistir así que cuando llegaron a sus hormigueros se repartieron el trabajo y como nunca trabajaron para tener su cosecha lista, esto les sirvió para darse cuenta que ellas también podían planificar, organizar, pensar y trabajar. Al siguiente año cuando convocaron a la reunión para ponerse de acuerdo como iban a trabajar entre todas y recoger sus cosechas, llegaron las avispas, avispones y zánganos y las hormigas mandaron una carta agradeciendo por la invitación, allí explicaban que se retiraban de forma definitiva del encuentro, referían que habían encontrado una forma más rápida, ágil de lograr la cosecha, lo mejor aún menos conflictiva y justa de entregarla. Todos quedaron en silencio y tristes, se habían dado cuenta que la laboriosidad de las hormigas era importante para ellos, es más ese año se vieron en apuros porque empezaron a planificar, organizar, pensar, pero no hubo quien fuera a trabajar en la recolección. Sacaron muchas conclusiones y entre ellas es a no echarle ventaja al otro en su trabajo, a valorar el tiempo y esfuerzo de los demás, a que cuando se es justo se recibe lo justo y a partir de ese día estos tres grupos se han convertido en forajidos que deben ir en búsqueda de presas para conseguir su alimento.
Sigue leyendo «Cuentos sobre valores: Laboriosidad»Cuentos sobre valores: Orden
Vino el caos y le dijo al orden, ¡no dejaré que me sigas incomodando!, el orden miró sorprendido al caos y no le respondió, consideraba que era absurda la demanda que le hacía.
Sigue leyendo «Cuentos sobre valores: Orden»Cuentos sobre valores: Esperanza
Bii subió con su familia al barco pirata, querían salir de la pobreza y guerra que los aquejaba en su pueblo, los que habían pisado ese barco tenían claro que quedarse era un riesgo, e irse en el barco igualmente lo era, pero guardaban la esperanza de llegar a tierras que les brindara una oportunidad de vida diferente. Bii no dejaba de tener miedo por su familia, pero no tenía otra salida, tenía que salir con ellos o sino nunca los volvería a ver. Llevaban raciones medidas de pan, carne seca y agua para ocho días, si el viaje iba bien como se lo esperaban, llegarían en cinco días al destino.
Sigue leyendo «Cuentos sobre valores: Esperanza»CUENTOS SOBRE VALORES: BONDAD
En la puerta de la iglesia había una anciana de ochenta años pidiendo limosna y junto a ella una madre con dos niñas, una mujer recién llegada a la ciudad, desplazada de un pueblo por la violencia, la anciana la miraba a ella y sus hijas, la mujer le dijo ¡señora que pena! ¿estoy invadiendo su espacio?, la anciana inmediatamente le dijo: no mija tranquila, acá hay para todos, vamos a caber en el cielo como no vamos a caber acá, la mujer quedó muy agradecida y se presentó soy Ana y mis dos hijas Luna y Paloma, la anciana sonrió y dijo ¡pero que nombres más bellos! y las niñas también.
Sigue leyendo «CUENTOS SOBRE VALORES: BONDAD»STORIES ABOUT VALUES: LOVE
Risking their lives, every week the lovers met in a clearing in the forest. They already knew that the meeting place would be where they saw each other for the first time in the crystal lake, an hour before midnight; With them the impossible had happened: a goat and a wolf in love, like stories about princesses, the kind from cartoons.
CUENTOS SOBRE VALORES: AMOR
Arriesgando el pellejo, cada semana se encontraban en un claro del bosque los enamorados, ya sabían que el lugar de reunión sería donde se vieron por primera vez en el lago cristal, una hora antes de la media noche; con ellos había sucedido lo imposible una cabra y un lobo enamorados, como cuentos de princesas, de esos de caricaturas.
Sigue leyendo «CUENTOS SOBRE VALORES: AMOR»STORIES ABOUT VALUES: FRIENDSHIP
Sofía and Simón entered at eight in the morning to take the natural sciences exam. Sofía had studied all week because one of her biggest dreams was to study medicine and she knew that to achieve it she would have to work twice as hard, even if she were the best student. The group knew that it was not enough, that the students who aspired to university and especially in that career, gave everything to be able to get there. Simón, one of Sofía’s best friends, they had been together since seventh grade, since he had lost him that year, he got together with Sofía and his life changed, she encouraged him all the time to study and many times helped him and even He did his schoolwork. One day, in a talk, the school psychologist said that true friendship was one that supported classmates, listened to them and guided them, but never carried them or did their homework, because that would mean taking away the other’s ability to learn.
Sigue leyendo «STORIES ABOUT VALUES: FRIENDSHIP»CUENTOS SOBRE VALORES: AMISTAD
Sofía y Simón entraron a las ocho de la mañana a presentar el examen de ciencias naturales, Sofía había estudiado durante toda la semana porque uno de sus mayores sueños era estudiar medicina y sabía que para lograrlo tendría que esforzarse el doble, aunque fuera la mejor estudiante del grupo sabía que no era suficiente, que los estudiantes que aspiraban a la universidad y en especial en esa carrera, la daban toda para poder llegar. Simón uno de los mejores amigos de Sofía, estaban juntos desde séptimo grado, ya que él ese año lo había perdido, se juntó con Sofía y su vida le cambió, ella le animaba todo el tiempo a estudiar y muchas veces le ayudaba y hasta le hacía sus deberes escolares. Un día en una charla la psicóloga del colegio decía que la verdadera amistad era aquella que apoyaba a los compañeros, los escuchaba y orientaba, pero jamás los cargaba o les hacía sus deberes, porque sería quitarle la posibilidad al otro de aprender, ese día ella salió muy conmovida y pensativa, esa noche conversó con su madre y le contó lo que tanto la inquietaba, su madre confirmaba lo que la psicóloga les había explicado, así que ella le pidió a la mamá un consejo de como decirle a Simón que nunca más lo iba a cargar o hacerle las tareas sin que él se ofendiera, porque precisamente el día de la charla Simón estaba incapacitado, la madre de Sofía le dijo que debía ser muy honesta y que si él de verdad valoraba la amistad la entendería. Sofía había olvidado conversar con Simón por lo ocupada estudiando y cuando entraron a presentar el examen su amigo le susurraba: Sofía ayúdame, pásame las respuestas, Sofía no me acuerdo de nada, Sofía, Sofía, Sofía atiéndeme le decía suavemente, hasta que la maestra dijo ¡silencio! No deben hablar y si lo hacen les anulo el examen. Cuando salieron del salón Simón se le arrimó a Sofía y le dijo ¡ey! Que mala amiga eres, no vez que te estaba pidiendo ayuda y no lo hiciste, que mala gente eres.
Sigue leyendo «CUENTOS SOBRE VALORES: AMISTAD»Cuento sobre valores: Conciencia
Lala le decía a Yema, ¿sabes? cuándo te traje a casa conmigo estabas muy pequeña, apenas si podías caminar, realmente no comprendo quién tuvo ese corazón para abandonarte, estabas muy enfermita, y tú dolor yo lo sentía, pero gracias a Dios lentamente fuiste mejorando, con el amor que te di y que te tengo, yo sé que mis caricias, el alimento rico que te doy. Cuando decía Lala todo eso, Yema la acariciaba con su cabeza. ¡Yema eres una mimada, la mimada de Lala, eres mis mirringos!. Siempre agradezco por ti, gracias Yema, sé que sane tu cuerpo, pero tú a mí, me sanaste el alma, desde el instante que llegaste a mi vida te has convertido en mi amiga inseparable, mi compañera de vida, mi compañera de ruta, haces mis días alegres, me llenas de inspiración. Susurrándole a Yema en su oreja le dijo: ven te digo ¡eres mi peludita preferida! Reía a carcajadas Lala y decía nuevamente a Yema: sabes que tengo muchos peluches que los quiero como mis hijos, pero tú eres la mejor. Cuando Lala le hablaba Yema inmediatamente ronroneaba, pero era un ronroneo suave, de mimada. Yema se quedaba quietica en el sofá se dejaba mimar sin ninguna objeción. Lala siempre procuraba el mejor ambiente para su gata todo limpio, alimento saludable, caricias diarias día y noche, cada tanto veterinario para que le hiciera revisiones permanentes, vitaminas, zona de juegos, camita y mucho más. Yema tú eres muy preciada para mí, eres entrañable. Yema se acomodaba toda confortable junto a las piernas de Lala. Ambas sentían el calor, el cariño, era algo tan bello que cada una se comunicaba a su manera. Realmente Lala entendía que Yema no tenía que hablar para comunicarse todo el amor que se tenían, dos seres vivos que navegan en el río de la vida, cada una dando amor y compañía a su manera. Lala era conciente de la fortuna de los humanos al tener mascotas que alegran cada día, y que los animales necesitan del cuidado y amor de los humanos.
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