Los niños a partir de cierta edad consideran que sus padres son los héroes más importantes y admirables, a quienes desean parecerse de grandes, cuando pequeños ven como los padres hacen cosas que parecen maravillosas, son mirados y admirados por los niños, ven como afrontan múltiples obstáculos en la vida. Por alguna razón siempre quieren ser astronautas, policías, soldados, zapateros, pintores, abogados, médicos, veterinarios, en fin un sinnúmero de profesiones, además sueñan con salvar el planeta, gracias a que en su diario vivir ven a sus padres como seres extraordinarios, como súper héroes.
Los niños tienden a imitar, muchos tienden a crear imágenes de ídolos, crean obsesiones, generan falsas expectativas, trayendo consigo frustraciones. Los padres que son tan fundamentales para la educación de sus hijos deben acompañar y orientar permanentemente, deben explicar a sus hijos que todos los personajes públicos que se ven en el mundo exterior son seres humanos con limitaciones, errores y miedos, y que ellos debieron luchar por sus sueños, los padres deben usar estos personajes para animarlos y motivar a sus hijos a luchar y trabajar por sus propios anhelos. El rol de los padres es enseñar desde el amor, el cariño y desde una perspectiva positiva presentándoles que cualquier obstáculo que se les presente en la vida lo pueden superar cumplir con esfuerzo y dedicación.
Debemos comprender que así como un padre puede llegar a ser el ídolo, también ocurre con personajes famosos que ven diariamente, y como padres debemos estar atentos de cuales son las referencias de vida que tienen presentes nuestros hijos pero por ningún motivo debemos usar la palabra «prohibir» cuando hablamos de seguir un referente ya que esto lo único que hará es es generar el efecto contrario, debemos hablarles y explicarles que ejemplos a seguir y que actitudes no deben replicar pero siempre con argumentos, recuerden que nuestros hijos requieren de razones para hacer y no hacer, debemos hablarles y dirigirnos a ellos como seres humanos capaces de diferenciar entre las buenas acciones y las malas, si hacemos esto les mostramos que confiamos en ellos para tener buena capacidad de diferenciar las acciones.
Recuerden los padres son el modelo principal para un niño pequeño hasta los nueve o diez años, de manera que en estas edades todo lo que los padres hagan o digan lo interpretan como la forma adecuada de actuar. Enseñemos a nuestros hijos por medio del ejemplo a tratar a las personas con respeto, a afrontar sus responsabilidades, a tener a saber enfrentar dificultades y obstáculos, mostrarles maneras divertidas y saludables de usar su tiempo libre, a tener valor y respeto sobre su propio cuerpo y a tener una actitud positiva frente a la vida.
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